Los confines de la ciencia: demasiada información para tan poco conocimiento

Resumen

Nadie concibe hoy el trabajo de investigación científica y docencia superior sin la implicación de las conexiones y el trabajo cohesionado, sin las tecnologías de la información y la comunicación. Da igual si nos movemos a escala geológica o durante la vida del individuo, los grandes enigmas del origen de la vida, del desarrollo embrionario o de la actividad cerebral, continúan siendo incógnitas desmesuradas, las últimas fronteras inaccesibles. Porque la ciencia tiene fronteras, pero estas son móviles. Se alejan a una velocidad proporcional a la sagacidad de nuestras preguntas, a la agudeza de nuestros estiletes averiguadores, a la penetración de nuestra curiosidad en la realidad. Sin embargo, el impulso del cerebro humano para comprender es tan potente, que nada detendrá esta carrera de la humanidad hacia los confines del conocimiento. Una carrera infinita pero limitada, como el universo mismo.